En la orilla – de Rafael Chirbes

Esteban, cerca de los 70 años, ha malgastado su vida. A los 20 emprendió el vuelo, estudió Bellas Artes, salió al extranjero… el vuelo duró poco y regresó a casa. Cobardía. El resto de su vida haciendo lo que no quería. Trabajo bajo la tutela de su padre en el negocio familiar, un taller de carpintería. Amargura

Esteban, más solo que Launa, tiene que cuidar a su padre, dependiente total, trastorno cognitivo senil, deterioro físico, casi un vegetal. Amargura

Esteban ha hipotecado todo recientemente para entrar en la especulación inmobiliaria con un notorio corrupto Tomás Pedrós. Lo ha perdido todo. Ruina económica. Amargura

Esteban cierra por quiebra la carpintería, despido de sus trabajadores; Álvaro, Joaquín, Jorge, Julio, Ahmed. También despide a Liliana, inmigrante colombiana que cuida a su padre y atiende las labores domésticas. Amargura

Esteban. Solo. Fané. Descangayado. Soltero, sin hijos ni familia. Recuerdo permanente y nostalgia obsesiva por Leonor, su perdido amor juvenil. Amargura

Esteban. Resentimiento y envidia hacia su amigo desde la infancia Francisco. Francisco es un inteligente vividor, ha hecho lo que ha querido. Se ha enriquecido y además se ha casado con Leonor. Amargura

Chirbes hace una autopsia tardía de la costa mediterránea. Nada menos que un fracaso vital en un entorno social de miseria moral, corrupción, degradación ambiental. Esteban lo sufre en 2.010, ¿hasta entonces estuvo ciego?, ¿no vio lo que sucedía en la costa desde comienzos de los 60’s? riquezas estentóreas, mal gusto grosero, alcohol, mariscadas, cochazos, Rolex, drogas y putas. Cuando esto sucedía ¿dónde miraba Chirbes? Escribía de gastronomía en la revista “Sobremesa”.

Esteban se hace el harakiri, un ajuste de cuentas consigo mismo; ¿qué soy? un penurias, un perdedor. “En la orilla” un cilicio en Cuaresma. Más triste que las Tres Horas. Una reflexión a toro pasado, al rebufo del éxito de la novela anterior “Crematorio”

Supuesto estilo narrativo original y rompedor. Chirbes estructura su relato en forma de “bloques” . En entrevista publicada en ABC, Alfonso Armada dialoga con Chirbes: “Me impresiona el aspecto físico de la página en sí. Un bloque de texto. Una vez que entras, te quedas dentro” (A.A.) “Sí, yo creo que es así. El proyecto es así. Atrapar al lector y no dejarle salir” (R.Ch.) “No dejarle respirar” (A.A.) “Ahí voy. No puedes dejar una frase porque viene otra a continuación. El punto y aparte marca un respiro” (R.Ch.). Pues bien estos “bloques” son mazacotes de unas ocho páginas de texto ininterrumpido. Monólogos o descripciones en primera o tercera persona. Un ejemplo, cinco páginas disertando sobre los frutos secos. Lectura pesada, laboriosa, se te cae de las manos. Masticar madera. Los “bloques” no son secuenciales, alternan personajes, situaciones y tiempos. ¿Novedad? James Joyce publicó “Ulises” en 1.923. ¿Novedad? John Dos Passos publicó “Manhattan Transfer” en 1.925.

Creo detectar en Chirbes una cierta incapacidad para crear un relato. Un cocinero guisa los ingredientes. Chirbes nos da los trozos envueltos en papel de estraza y el lector tiene el trabajo de ensamblarlos para componer el rompecabezas. “En la orilla” un regurgitar de bilis. Un tardío fruto seco.

Postdata: Esteban “en la orilla”, el fracaso de su vida encarando la muerte en un entorno social de miseria moral y corrupción, 440 páginas. Cortito y al pie, Enrique Santos Discépolo lo expresó de forma magistral en las pocas palabras de dos tangos “Yira, yira” y “Cambalache”

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El honorable colegial – de John le Carré

John le Carré en el programa ‘Che tempo che fa’, en 2008 en Milán. (Fuente: El país)

La editorial NOGUER despareció al solicitar la suspensión de pagos el 15 de diciembre de 1.978. En su magnífica COLECCIÓN ESFINGE, de tapas duras, se editaron las primeras novelas de un desconocido autor; John Le Carré. Para darlo a conocer a sus lectores hicieron esta reseña:

“John Le Carré es el seudónimo de David Cornwell. escritor y diplomático inglés, de treinta y seis años y ya uno de los más grandes escritores de relatos policiacos y de espionaje de todos los tiempos.

Terminados sus estudios en Oxford, John Le Carré (David Cornwell) comenzó como profesor de latín y de francés en el colegio superior de Eton, vivero de las figuras políticas más significativas de la vieja Inglaterra desde hace varias centurias. Posteriormente de dedico a la pintura, abandonando su respetable y considerada situación profesional de catedrático, por una vida más libre y prometedora de experiencias , pero pronto se cansa también de los pinceles y desde entonces ha recorrido una buena parte de la lista de profesiones posibles en Gran Bretaña. Hasta que un buen día decide presentarse a las oposiciones a ingreso en el cuerpo diplomático, aunque con pocas esperanzas de ser admitido en tan cerrado y exclusivo escalafón. Para su sorpresa es admitido y obtiene una plaza en la embajada británica en Bonn. Desde entonces ha distribuido su tiempo entre la diplomacia y el espionaje que practica en las páginas de sus libros, como director y creador de personajes. No es fácil encasillar la obra de John Le Carré entre las novelas de espionaje que hasta ahora se han escrito. El ha dado al traste con el tipo del espía superhombre y todopoderoso que el cine ha popularizado con licencia para matar, sustituyéndolo por un tipo de espía mucho más humano, pero por ello infinitamente más interesante, con licencia para sufrir y morir. La acción se desarrolla en sus novelas igualmente precisa y matemática, según las reglas ya bien establecidas del género, pero John le Carré ha sabido introducir, dentro de esa inexorabilidad , el impredecible elemento humano; feo, gordo o simplemente miedoso, a veces incluso fracasado, escándalo de los incondicionales del todopoderoso y atractivo James Bond. En John Le Carré cada novela es una pieza maestra.

Precisamente en “El espía que surgió del frío”, tercera de sus novelas tras “Llamada para el muerto” y “Asesinato de calidad” nos presenta un caso insólito de espía rechoncho y poco afortunado, antítesis del superespía a que estamos acostumbrados. Sin embargo de esta novela se han vendido más de tres millones de ejemplares y ha sido traducida a diecisiete idiomas. Posteriormente John le Carré , siempre alimentándose de la experiencia y los conocimientos que su cargo diplomático le proporciona en abundancia, ha publicado también “El espejo de los espías” y “Una pequeña ciudad de Alemania” además de varios relatos policiacos, género en el que también está ya considerado un gran maestro”

Se trata de una reseña de la editorial, con inexactitudes deliberadas que intentan publicitar y popularizar al autor. Observa la contraposición del emergente Carré con el triunfante e inaguantable Ian Fleming y su James Bond. El espía rechoncho al que no pone nombre es George Smiley, figura secundaria en las primeras novelas que se convertirá en el gran protagonista posterior. Estamos en los prometedores inicios de John Le Carré , en concreto “El espía que surgió del frío” es muy buena, pero a continuación publica “El espejo de los espías” que es mejor aún. Lo excelente vendrá a continuación.

John Le Carré ha muerto el 12 de diciembre de 2.020. Los plumillas que han despachado las necrológicas en los medios de comunicación han cubierto el trámite con unos pocos tópicos y lugares comunes sacados de la wiki, seguro que no saben ni han leído nada del autor.

De John Le Carré he leído casi todo y ahora vuelvo a releer mis novelas favoritas, que son las de su primera etapa que más o menos termina a finales de los 80’s. El orden en que lo estoy haciendo es:

1.- Para comenzar, como aperitivo, cinco buenas y sólidas novelas en las que el autor debutante delimita la cancha en la que va a jugar. “Call for the dead” “Llamada para el muerto” 1.961. “A murder of quality” “Un asesinato de calidad” 1.962. “The spy who came in from cold” “El espía que surgió del frío” 1.963 “The looking glass war” “El espejo de los espías” 1.965. “A small town in Germany” “Una pequeña ciudad de Alemania” 1.968

2.- Como plato principal, tres novelas magistrales que giran sobre las actividades del gran George Smiley, personaje inolvidable creado por le Carré. “Tinker, tailor, soldier, spy” “El topo” 1.974. “The honourable schoolboy” “El honorable colegial” 1.977. “Smiley’s people” “La gente de Smiley” 1.979

3.- Como postre dos novelas de cierre de esta etapa “The little drummer girl” “La chica del tambor” 1.983. El sofisticado y eficaz ejercicio de captación, manipulación y utilización de una joven ingenua y altruista en la lucha antiterrorista. “A perfect spy” “Un espía perfecto” 1.986 ,un cierre de etapa antes de pasar página. Un viaje doloroso al pasado, a su infancia y a la figura de su padre Ronnie. John le Carré, se trasparenta en el protagonista Magnus Pym

El marco de referencia en que se desarrollan estas novelas de Le Carré. Después de la II G.M. Gran Bretaña está virtualmente arruinada. Desmantelamiento del ejército y de la Royal Navy. Creación del Telón de Acero y del Pacto de Varsovia. Crisis de Berlín. Régimen comunista en China. Conferencia de Bandung y los “países no alineados”. Los interminables conflictos en Oriente Medio. Las guerras vicarias; Corea, Vietnam. Acelerado y desorganizado proceso de descolonización, fin del Imperio. Hungría 1.956. Checoeslovaquia 1.968. Las crisis del petróleo. La insoportable proliferación de los terrorismos de todo tipo. La crisis de Suez en 1.956, amarga bofetada. La constatación de que Gran Bretaña ha pasado a ser secundaria, irrelevante, desvalida buscando el paraguas protector de los altaneros EEUU.

El 26 de diciembre de 1.991, después de su colapso, desapareció oficialmente la URSS. Fin del Telón de Acero, del Pacto de Varsovia y de la Guerra Fría tal como se conocía hasta entonces. Si observas las fechas de publicación, este momento supone el final de la etapa que he seleccionado de novelas de Le Carré. A partir de este momento cambia su foco de atención a otros escenarios, su hábitat ha desaparecido.

Lo que Carré trata de modo magistral es la Guerra Fría analógica, con electrónica de bobinas, condensadores y válvulas de vacío; triodos, pentodos …, emisoras de radio emitiendo en Morse y cambiando constantemente los cristales de cuarzo de las frecuencias para evitar su localización, la telefonía sobre cables de conductores de cobre y centrales de conmutación electromecánica Rotary, micro cámaras fotográficas Minox … La sede del Servicio de Inteligencia en Cambridge Circus; suelos de linóleo gris, toneladas de papel en los archivos, teléfonos de baquelita negra, máquinas de escribir Remington o Underwood …

¿Te suenan estos nombres? Kim Philby, Guy Burgess, Donald Maclean, Anthony Blunt, John Caimcross, Yuri Ivanovich Modin … es época de lealtades difusas. El espionaje está basado en el factor humano, en las resbaladizas y grises relaciones personales.

Desde el comienzo Le Carré ya es un buen escritor pero a lo largo de las novelas que he listado va ganando en calidad literaria, en densidad, en complejidad sutil. De buen escritor a gran escritor. El personaje central es George Smiley, era figura secundaria y discontinua en las primeras novelas y pasa a ser protagonista. La gran creación de Le Carré; bajito, gordo, calvo, algo miope, aficionado a la literatura alemana del siglo XVII, casado y engañado por su bella esposa, poderosamente analítico, es pura acción en calma. Inspirado en John Bingham. Smiley y los suyos comenzaron en la II G.M. , maduraron el Guerra Fría y alcanzan la jubilación y la retirada a finales delos 80’s. La lealtad aún después de haber perdido la fe.

La Guerra Fría de John Le Carré; una gran partida de ajedrez y el arte de la pesca. ¿Dónde pescar?. ¿Qué pescar?. ¿ Cómo pescar?. La importancia fundamental de los anzuelos … y de los cebos.

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Vender es humano – de Daniel H. Pink

Cuándo piensas en «ventas» o «vender», ¿cuál es la primera imagen que te viene a la mente?

Daniel H. Pink hizo esta pregunta en su encuesta para investigar sobre lo que piensa la gente realmente de las ventas. Si respondes sinceramente, verás que tu respuesta no será muy diferente de las que puedes ver en la nube de palabras que ves arriba.

En su libro Vender es humano, Pink nos hace ver que, a pesar de los prejuicios, todos somos vendedores. Directamente o indirectamente todos vendemos: un servicio o un producto a nuestros clientes, una idea a nuestros socios de negocio o a nuestros compañeros de trabajo, una plan de vacaciones a nuestros amigos o familiares, etc. Como dice Pink, todos hacemos «ventas» o «ventas sin vender».

El libro está dividido en tres partes: en la primera (El renacimiento del vendedor), expone los argumentos para rescatar la imagen del vendedor, demostrando que estamos continuamente intentando convencer a otros. Para ello, las claves son: el espíritu emprendedor, la elasticidad, e el ed-san (educación y sanidad).

En la segunda parte (Cómo ser), utiliza la información de las ciencias sociales para revelar las tres cualidades más valoradas para convencer a otros. Estas tres categorías fundamentales en el mundo de las ventas son: la sintonización, la flotabilidad y la claridad.

En la tercera parte, quizás la más importante, describe Qué hacer, es decir, las habilidades más importantes: el argumentario, la improvisación y el servicio. Cada habilidad está ampliamente descrita en un capítulo aparte.

Al final de cada uno de los últimos seis capítulos, de 4 a 9, tendremos a disposición un muestrario muy interesante para entrenar estas habilidades, que sin dudas ayudarán a mejorar nuestra ars persuadendi.

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El gatopardo – de Giuseppe Tomasi di Lampedusa

Novela Il gattopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Publicada en 1.958.

El 11 de mayo de 1.860 las tropas de Garibaldi han desembarcado en Sicilia (Marsala) para poner fin a la monarquía borbónica de Francisco II en el “Reino de las Dos Sicilias” (“Regno delle Due Sicilie”, “Regno d”e Ddoje Sicilie”, “Regnu di Dui Sicili”). En la novela “Il Gattopardo” de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, el protagonista Don Fabrizio Corbera, Príncipe de Salina, recibe la visita de su sobrino Tancredi. Tancredi le comunica su decisión de unirse a los garibaldinos en su lucha contra la monarquía borbónica y lo hace para salvaguardar sus propios intereses:

Se non ci siamo anche noi, quelli ti combinano la Repubblica. Se vogliamo che tutto rimanga com’èbisogna che tutto cambi. Mi sono spiegato? 

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Juan Salvador Gaviota – de Richard Bach

Foto de RSV2000. Fuente: Club Frecce Tricolor Jesolo

Que Richard Bach haya elegido a las Gaviotas y usado términos aeronáuticos en su libro más famoso, es debido a su amor por la aviación, y por su pasado como piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Cuando leí por primera vez esta novela tenía 16 o 17 años. Ya sabes: con esta edad, no existen límites, te sientes todopoderoso; e identificarte con Juan Salvador (Jonathan Livingston es su nombre original) te hace volar a trescientos kilómetros por hora.

Después de un par de décadas, el libro es todavía actual y puedes sacar otro tipo de conclusiones. En un momento histórico complicado, en el que estamos asistiendo a la década mas convulsa de los últimos 50 años, con una crisis económica y una pandemia, las características de resiliencia, adaptación y superación son necesarias en cualquier ámbito, tanto en el personal como en el profesional. Manteniendo la ingenua curiosidad de un niño, las ganas de aprender de un adolescente y la madurez de la edad adulta se puede superar cualquier tipo de adversidad y alcanzar cualquier objetivo…

- ¿Me puedes enseñar a volar así? - lo interrumpió Juan Gaviota; 
temblaba ante la posibilidad de conquistar otro desafío. 
- Por supuesto, si quieres aprender. 
- Quiero. ¿Cuándo podemos empezar? 
- Ahora mismo, si lo deseas. 
- Quiero aprender a volar de esa manera - dijo Juan, y una luz 
extraña brilló en sus ojos-. Dime qué hay que hacer. 
- Para volar tan rápido como el pensamiento y a cualquier sitio 
que exista - dijo Chiang con lentitud, mirando atentamente a la 
joven gaviota -, debes empezar por saber que ya has llegado. 

(pag. 67)
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