Cancionero General – de Hernando del Castillo

En el siglo IV un desconocido cristiano de Alejandría escribió un tratado que conocemos como “Physiologus” donde, de manera concisa, se ofrece un listado de 48 “naturalezas “ que pueden  ser animales, plantas o minerales. Cada una de ellas se asocia con una figura o arquetipo del cristianismo. A lo largo de los siglos fue siendo modificado en las copias en distintos territorios y contaminado con los “bestiarios” medievales. Las asociaciones simbólicas fueron ampliamente utilizadas en las imágenes y en la literatura.

De acuerdo con el “Physiologus” la tórtola simboliza la fidelidad, la castidad:

“La tórtola cuando enviuda nunca vuelve a emparejarse. De todas las aves y de todos los cuadrúpedos es la más fiel a su pareja. Juntos vuelan y juntos crían a sus polluelos. Pero si muere su pareja no vuelve a unirse a otra durante el resto de su vida. La tórtola es un pájaro sencillo, casto y hermoso que ama tanto al macho que mientras él viva no tendrá otro. Después de su muerte no tomará otro distinto sino que le llorará hasta la muerte”.

La simbología cristiana, en un razonamiento muy imaginativo, asocia la tórtola con la Iglesia, “esposa” de Jesucristo al que permanece fiel aún después de su crucifixión y muerte.

A continuación, un claro y bello ejemplo de este simbolismo medieval de la tórtola.

Como en todos los romances fonte frida” tiene data y autor desconocidos. Trasmitido oralmente, hay que esperar a comienzos del XVI para tener sus recopilaciones escritas, en los llamados “Cancioneros de Romances”. De «fonte frida» se tienen cuatro versiones anteriores a 1.550. La más conocida está incluida en el Cancionero General, publicado en Valencia en 1.511.

Es un bello romance, ingenuo y sencillo. Aquí lo tienes:

fonte frida, fonte frida, fonte frida y con amor  //  do todas las auezicas van a tomar consolación // si no es la tortolica qu’esta biuda y con dolor // por allí fuera passar el traydor del ruyseñor // las palabras que le dize llenas son de traycion // Si tú quisiesses señora, yo seré tu servidor // Vete d’ay, enemigo, malo, falso, engañador  // que ni poso en ramo verde, ni en prado que tenga flor // que si ell agua hallo clara, turbia la beuia yo // que no quiero auer marido, porque hijos no haya, no // no quiero plazer con ellos, ni menos consolación // Dexame, triste enemigo, malo, falso, mal traydor // que no quiero ser tu amiga, ni casar contigo, no 

Este romance es un ejemplo claro de la simbología de la tórtola establecida en el “Physiologus”. La tórtola; castidad de viuda, fiel a su difunto “marido”, rechaza la tentación del ruiseñor que le incita a una nueva relación matrimonial. Glorificación de la viudez como virtuosa fidelidad al difunto con el que mantiene un vínculo indisoluble y permanente, rechazando como si fuera cometer una traición la propuesta del “triste enemigo, malo, falso, mal traydor” ruiseñor.

Sinopsis: Cancionero general / recopilado por Hernando del Castillo (Valencia, 1511); sale nuevamente a la luz en facsímile por acuerdo de la Real Academia Española; con una introducción bibliográfica, índices y apéndices por Antonio Rodríguez Moñino.

TítuloCancionero General
Autor:Hernando del Castillo /
Antonio Rodríguez Moñino
EditorReal Academia Española – 1958
Páginas:N/A
IdiomaEspañol
ISBN-13:N/A
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